Herencia

La característica de un lenguaje que más se asocia con la programación orientada a objetos es la herencia. La herencia es la capacidad de definir una nueva clase que es una versión modificada de otra ya existente.

La principal ventaja de esta característica es que se pueden agregar nuevos métodos a una clase sin modificar la clase existente. Se denomina “herencia” porque la nueva clase hereda todos los métodos de la clase existente. Si extendemos esta metáfora, a la clase existente a veces se la denomina clase padre. La nueva clase puede denominarse clase hija, o también “subclase”.

La herencia es una característica poderosa. Ciertos programas que serı́an complicados sin herencia pueden escribirse de manera simple y concisa gracias a ella. Además, la herencia puede facilitar la reutilización del código, pues se puede
adaptar el comportamiento de la clase padre sin tener que modificarla. En algunos casos, la estructura de la herencia refleja la propia estructura del problema, lo que hace que el programa sea más fácil de comprender.

Por otro lado, la herencia pude hacer que los programas sean difíciles de leer. Cuando se llama a un método, a veces no está claro dónde debe uno encontrar su definición. El código relevante puede estar diseminado por varios módulos. Además, muchas de las cosas que se hacen mediante el uso de la herencia, se pueden lograr de forma igualmente (incluso más) elegante sin ella. Si la estructura general del problema no nos guía hacia la herencia, dicho estilo de programación puede hacer más mal que bien.

En este capı́tulo demostraremos el uso de la herencia como parte de un programa que juega a las cartas a la “Mona”. Una de nuestras metas será que el código que escribamos se pueda reutilizar para implementar otros juegos de naipes.