6.1.4.- Configurar y probar X

x-orgSi su configuración de X no funciona correctamente, tendrá que poder modificar ésta y probarla después. Muchas distribuciones Linux configuran el sistema para que inicie X automáticamente, pero esto nos puede dificultar el poder hacer una prueba de la configuración de X. Para un administrador sin experiencia el único modo de probar una configuración es reiniciar el ordenador.

La mejor solución es iniciar el sistema en un modo en el que no se inicie X automáticamente. En Red Hat, Fedora y distribuciones similares, esto se puede conseguir escribiendo telinit 3. Esto hace que el ordenador pase al modo de ejecución 3, en el que normalmente no se ejecuta X.

Las distribuciones como Debian, Ubuntu y Gentoo, no utilizan los modos de ejecución como una señal para saber si iniciar X. En tales distribuciones, tendrá que apagar el servidor de acceso GUI escribiendo /etc/init.d/xdm stop (que puede que tenga que cambiar xdm por gdm o kdm, dependiendo de su configuración).

Una vez apagada la sesión X, puede acceder utilizando un prompt de acceso de tipo texto y modificar manualmente los parámetros de X, o bien puede utilizar los programas de configuración de X. Si conseguimos los resultados esperados, salimos de X y escribimos telinit 5 (/etc/init.d/xdm start en Debian y el resto de distribuciones que no emplean modos de ejecución para iniciar el prompt de acceso GUI para devolver el sistema a su pantalla normal de acceso de X. Si tras escribir startx no consigue los resultados deseados, puede terminar su sesión de X e intentar modificar el sistema un poco más.

Si funciona mínimamente pero deseamos modificarlo empleando las herramientas de configuración basadas en X, podemos hacerlo tras escribir startx para poner en funcionamiento una sesión normal de X. Alternativamente, también, podemos configurar el sistema antes de sacarlo del modo de ejecución con X activado.

Otra manera de reiniciar X es dejar que el sistema entre en modo de ejecución con X activado y luego destruir el servidor X. En la mayoría de sistemas esto se hace con la combinación de teclas Control-Alt-Retroceso, aunque lo podemos hacer manualmente con el comando kill después de averiguar la ID del proceso en cuestión con el comando ps:

kill_ax

Éste método funciona mejor en sistemas que no asocian la ejecución de X con modos de ejecución concretos, como Debian y sus derivados.